CASTRO DEL RÍO
FERIA DE ARTESANÍA ARS OLEA
En mi a visita a Castro del Río, con motivo de la feria de artesanía ARS OLEA, conocí la gastronomía, patrimonio, cultura y artesanía de este pueblo.
En la visita, nos acompañó Ana Millán, guía local y gerente de la hacienda Secadero Viejo, donde Ana nos esperaba para comenzar la ruta. En primer lugar, visitamos la empresa marisquera "El Espartero", donde nos informaron acerca de sus productos y de su trabajo.
A continuación, nos dirigimos a las antiguas escuelas reales, donde se encuentran los depósitos del agua y la casa del agua.
Seguidamente, entramos en la casa Mendoza. Disfrutamos de sus patios y de la obra de Damián Ponce.
Continuamos por la calle Estrella y nos encontramos con el exterior de la casa de los Valdelomar. Paramos en el acceso del Agujero (una de las entradas a la Villa). Después, nos dirigimos a la plaza de la Iglesia para entrar en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Este templo tiene su origen en la conquista cristiana de Fernando III el Santo. Cabe destacar la portada plateresca y, sobre ella, se dispone una torre de estética militar atribuida a Hernán Ruiz II. En el muro sur encontramos la "Puerta de las Gradas".
Callejeamos para ver una de las calles más bonitas de la Villa, el callejón de los Dolores, y, de ahí, pasamos a la calle Rincón, donde visitamos el reñidero de gallos de Castro del Río, de finales del siglo XVIII o principios del XIX. Está considerado uno de los más antiguos de España. Aquí, se nos unió el técnico de turismo Antonio Morales, al que agradezco que me invitara a este evento.
Seguimos hacía la capilla desacralizada de San Acisclo y Santa Victoria (hoy museo de Antonio Villatoro). Vimos la cuesta Santo Cristo, otro de los accesos a la Villa y donde están situadas las Carnicerías Reales (patio del Ayuntamiento que alberga el busto de Cervantes). Bajando por esa cuesta, está el Ayuntamiento de Castro y la plaza San Fernando, que dejamos para visitarlo en otra ocasión.
A continuación, pasamos por el edificio del Pósito y entramos en la imprenta La Gutenberg, donde Miguel Morales nos hizo una demostración de impresión y nos explicó todo acerca de esto.
Para terminar la visita, entramos en el Castillo Fortaleza, de estética cristiana, que se anexa a la muralla tras la conquista de Fernando III el Santo. Aunque algunos de sus lienzos datan de época almohade, su fábrica parece remontarse al siglo XIV. De planta cuadrangular, posee plaza de armas y torres en sus esquinas, tres prismáticas y una cilíndrica. En el centro de la torre cilíndrica, resalta su aljibe, así como las pinturas realizadas durante la Guerra Civil, ya que el castillo fue utilizado para localizar en él un punto de radiodifusión. Nuestra visita al castillo terminó subiendo hasta lo más alto para descubrir las impresionantes vistas del pueblo.
En frente, nos encontramos la plaza de San Rafael con el Triunfo al Custodio de Córdoba, monumento de estilo neoclásico erigido entre los siglos XVIII y XIX, en la plaza que lleva el mismo nombre.
Por último, nos trasladamos en microbús a la cata y degustación de productos castreños en la Hacienda Secadero Viejo. Esta hacienda era un antiguo secadero de tabaco, hasta los años 80, ya que en el pueblo se cultivaba el tabaco negro. En la actualidad, es un sitio lleno de encanto, que te ofrece alojamiento y un lugar para celebrar tus eventos.
Web de ayuntamiento de Castro del Río.
Web Hacienda Secadero Viejo.
Como castreña, aunque desde los quince años resido en Cataluña, me ha encantado. Gracias!
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